Ser hackeado puede ser fácil, y todos entramos dentro del rango. Aquí podrás ver algunos de los consejos que te ayudaran a reducir el riesgo.
Ejemplo: NOMBRE#preferido.$*+-.
Para ser más espefico, algo como: resultado*18+12=30*
Aunque parezca algo "exagerado", cada día se desarrollan sistemas de identificación de contraseña más sofisticados, y el uso de una contraseña como esta podría ayudarte a evitar el riesgo. Alterna las contraseñas con símbolos de tu gusto.
El cambio no necesariamente tiene que ser total, por ejemplo, incluye un número adicional o elimina algo en la contraseña, la idea es variar.
La verificación en dos pasos añade una capa adicional de seguridad. Para acceder sin autorización a una cuenta que tiene la verificación en dos pasos habilitada, las personas malintencionadas no solo tienen que saber tu nombre de usuario y tu contraseña, sino que también tienen que conseguir una palabra secreta o tener acceso a tu teléfono.
Es verdaderamente esencial? No conectes a internet todo lo que tienes ya que otras personas podrían tener acceso temporal a el, y esto además sube el riesgo de ser hackeado.
Los hackers tienen sus convicciones al respecto. Mantener estas características "encendidas" todo el tiempo facilita que los extraños tengan acceso a tu teléfono.
Si piensas usar tus correos en Outlook, Mail, o en cualquier otro programa, asegurate de usar el protocolo seguro (SSL). La web segura es hoy día indispensable, y todo sitio de riesgo o conocido generalmente dispone las herramientas para su uso. Si tienes la opción disponible, no dudes en usarla. El sistema HTTPS utiliza un cifrado basado en SSL/TLS para crear un canal cifrado. De este modo se consigue que la información sensible (usuario y claves de paso normalmente) no pueda ser usada por un atacante que haya conseguido interceptar la transferencia de datos de la conexión, ya que lo único que obtendrá será un flujo de datos cifrados que le resultará imposible de descifrar.
Si no tenemos cuidado, y nuestras contraseñas son de dominio público, por más claves seguras que tengamos, estarán expuestas a una posible propagación de la información. No compartas contraseñas, salvo necesario.
Manten siempre un plan B, por ejemplo: Guarda la información en un sitio seguro, que si olvidará pudiera usted u otra persona de confianza en cierto momento accesar a estas informaciones sensibles.
Mantener una práctica segura, sigilosa, y además un PLAN B es esencial para el buen cuidado de nuestros productos y servicios.